Que noche, pensé, mientras Tony se dirigía a la pista para interrumpir a Lucy. Chicos. Que especie extraña. No te quieren cuando los buscas, pero sí te quieren cuando pierdes el interés. Estoy aprendiendo. Rápidamente.
Cuando la fiesta se acercaba a su fin, fui a buscar mi abrigo y Ben me alcanzó.
-Izzie-me dijo-, ¿puedo llamarte? Ya sabes, para juntarnos a hacer algunas canciones.
Estaba a punto de darle mi número pero me detuve y me eché a reír.
-¿qué es tan gracioso?- pregunto Ben.
-Nada –respondí, sacando un bolígrafo-. Me encantaría hacer algunas canciones contigo. Pero dame tu número. Yo te llamaré.