martes, 23 de noviembre de 2010

Te regalo mi cintura y mis labios para cuando quieras besar.

Te regalo mi locura y las pocas neuronas que quedan ya.

Mis zapatos desteñidos, el diario en el que escribo

Te doy hasta mis suspiros pero no te vayas

porque eres tu mi sol

la fe con que vivo, la potencia de mi voz

los pies con que camino.

Eres tu, amor, mis ganas de reir

el adios que no sabré decir

porque nunca podré vivir sin ti.

Si algún dia decidieras alejarte nuevamente de aquí cerraría cada puerta para que nunca pudieras salir. Te regalo mis silencios, te regalo mi nariz, yo te doy hasta mis huesos pero quedate aquí.