Nunca tuve semana peor, y mejor. Más allá de los 500 exámenes estas últimas tres semanas, todos los sufrimientos, nervios, y enfermedades, fueron las mejores semanas porque VOS estuviste a mi lado. Te valoro muchísimo y te adoro, porque te considero una de las personas más lindas que tengo en mi vida y me haces sentir demasiado bien, me haces feliz. También pude aprender en estas semanas cosas que no aprendí por estudiar para las evaluaciones, entre ellas que el acto de querer a alguien no está determinado por el tiempo y que la felicidad de uno no depende de las opiniones del resto. Aprendí que escuchar los comentarios negativos de terceros es en vano, porque la consecuencia de los actos que comete uno son sufridos por él mismo, no por los demás. Aprendí a no dejarme vencer y a ser fuerte, que con paciencia y seguridad todo se puede. Aprendí que la confianza es el elemento fundamental para fortalecer lazos afectivos. Aprendí que puedo tener algún motivo para levantarme con ganas, que puedo salir a la calle a las 7 de la mañana y gritar ¡Mierda, que lindo que es el invierno!, que después de lo que piense cualquiera, puedo anhelar que llegue otro día solo para ir al colegio. Lo más importante que aprendí es que puedo ser feliz después de todo, y esa felicidad tan linda está junto a vos ♥