domingo, 13 de mayo de 2012


Como el despertar de una mañana frente el mar, jugaste desde chiquitita a ser libre. Tu sonrisa desnudaba cierta travesura y tus ojos eran cómplices de tu aventura. Quisiste volar, y desplegaste tus alas. No había duendes ni brujos, príncipes, nada. Estabas ahí tan chiquitita. Corriendo en la arena, buscando tu sueño de hada. Ven a jugar nuevamente Martina, gota de nieve, hechicera del alma. Brillo del sol, canto de sirena. Sigue escuchando el latido de tu corazón que yo estaré bien cerca a tu lado, mirando tus alas… cuidando tu voz. Creciendo se aprende, perdiendo se gana. Disfrutar ahora el momento en el alma. La música, el baile, el sabor del alba, en el horizonte esta tu mañana.